sábado, 26 de junio de 2010

Número 9 y su sentido


Número 9

 
Este número corresponde a la letra TH (Teth, en el alfabeto hegreo)

Simboliza:

En el aspecto divino: la sabiduría absoluta, la verdad inmutable.
En el aspecto intelectual: la prudencia que dirige con sabiduría a la Voluntad.
En el aspecto físico: la circunspección en lo que hacemos.

Según Eliphas Leví, en su libro La Llave de los grandes Misterios” es el número de los iniciados y de los profetas.

“Los profetas son solitarios, pues su destino es nunca ser oído”.
“Son rechazados como leprosos”.

Recordemos a Casandra, en mitología griega, que si bien tenía el don de la profecía, jamás era creída, por ejemplo.
En dicha mitología vemos el nueve reflejado en figuras como la Hidra, que según Hesiodo tenía 9 cabezas y que al cortar una emergían dos, como se cuenta en los Trabajos de Heracles. La destrucción de la Hidra representa el triunfo de las fantasías, de las ilusiones que crea nuestra mente y que frustran nuestros intentos de autorrealización.

O en las Musas, que eran nueve cada cual con su virtud característica, mediando entre los dioses y el creador intelectual (aunque según Pausanias, al principio fueron tres).
Deméter, la diosa de la agricultura, portadora de las estaciones, fue durante nueve días y nueve noches en busca de su hija Core, a la que secuestro Hades.
Leto, madre de los gemelos Artemisa y apolo, sufrió 9 días y nueve noche los dolores de parto.

En mitología hindú, Vishnu encarnó 9 veces.

En mitología nórdica, nos encontramos con el Árbol Yggdrasil y sus nueve Reinos,  siendo nueve también las noches que Odín pasa colgado del árbol para obtener el secreto de las runas. Viendo una de las representaciones de Odín, me llamó la atención su apariencia de viejo, ya que según dicen la primera vez que viajo por la tierra, era un viejo tuerto, con un sombrero de ala ancha y un abrigo azul oscuro (tenía la capacidad de cambiar de aspecto).

Inevitablemente, se me ocurrió que esta imagen, debía estar vinculada por pura correspondencia, a la representación que caracteriza al arcano 9 del Tarot: El Ermitaño.

Su representación en el Tarot es de viejo sabio que basa el futuro en lo que conoce del pasado, consciente de que no se puede penetrar en los misterios sin antes haber dominado la mente, personifica en un anciano la experiencia acumulada a lo largo de la vida. Prudente se sostiene sobre un báculo, portando un farol en la mano derecha, que simboliza la luz de la inteligencia y que oculta en cierta manera con el manto, para no deslumbrar, representando aquí la discreción.

El farolillo, es representado en las ilustraciones más antiguas por una clepsidra (un reloj de agua usado de noche, cuando no había luz solar) emblema del tiempo y por tanto del dios Saturno, de la soledad y del invierno cargado de frutos venideros sin manifestarse aún (lo que se gesta lentamente).
Lleva una capa bicolor, por dentro azul como el Aire y por fuera rojo oscuro como la Tierra, sobre un hábito más rico que representaría el saber del iniciado.

Al estar vinculado en el alfabeto hebreo con la letra Teth, me es irresistible mecionaros una parte, nada extensa, de la Biblia Cristiana. Es concretamente: Salmos 119, donde se establece una relación entre el Dios y las letras del alefbeto.
Dejaré aquí por tanto el que corresponde:

Teth

“Bien has hecho con tu siervo,
Oh Jehová, conforme a tu palabra.
Enséñame buen sentido y sabiduría,
Porque tus mandamientos he creído.
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;
Bueno eres tú, y bienhechor;
Enséñame tus estatutos.
Contra mí forjaron mentira los soberbios,
Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Se engrosó el corazón de ellos como sebo,
Mas yo en tu ley me he regocijado.
Bueno me es haber sido humillado,
Para que aprenda tus estatutos.
Mejor me es la ley de tu boca
Que millares de oro y plata.”

Desde luego sería interesante aplicar la Gematría para aclarar conceptos del texto.


En cuanto a su relación con la Kabalah, decir que el arcano 9 está vinculado con la sephira Yesod, el fundamento, la base,  la potencialidad condensada. Todas las fuerzas astrológicas superiores se canalizan a través de Yesod hacia la Tierra. El símbolo elemental para Yesod (tatwas) es el aire del agua, el primero representa la movilidad y el segundo la condensación de un estado interior.
Y que 9 supone, tres triadas.

El número 9 se vincula también a la circunferencia, que retorna sobre sí incesantemente (9= 9+8+7+6+5+4+3+2+1= 45= 9).
Evoca la prisión que suponen las formas de la materia en su manifestación, siendo la única forma de salir de la circunferencia yendo hacia el interior, al centro de todo lo manifestado, siendo de tal manera reabsorbido y completado el ciclo (9+1= 10= 1+0= 1)

Y también, a la estrella de 9 puntas o eneagrama (hay gente que lleva a cabo practicas de crecimiento espiritual con este símbolo, e incluso tiene un día mundial, el último sábado del mes de mayo).


Fuentes:

La Llave de los grandes Misterios”, de Eliphas Leví
“La numerología”, de Pierre Fontaine.
“El Lenguaje Secreto del tarot”, de Laura Tuan.
“Arte y práctica de la Cábala Mágica”, de Ophiel
La Biblia Cristiana” (Salmos, 119:65)

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