Cuando uno busca información acerca de los vientos y su uso en Magia, siempre se acaba topando con lo mismo: Cunningham, Cunningham, Cunningham y gente que en sus blogs copia de Cunningham los fragmentos de éste escritos sobre Magia Natural.
Pareciese, a los ojos del estudiante curioso, que antes de Cunningham y esta rama de magia, no hubiese nada; cosa que es totalmente falsa. Todo viene de mucho más lejos. No voy a darles así sin más, ni a él ni a la vieja bruja hacedora de pócimas de la tradición medieval, el mérito del uso de los vientos en Magia.
El Aire en la antigüedad fue el único elemento que alcanzó a dividirse en dos, el Éter y el aire propiamente dicho. Este Aire es relacionado esencialmente con tres factores; el hálito vital en el proceso de creación, el viento como fenómeno meteorológico de la tempestad que también muchas mitologías vinculan a la idea de la creación y el espacio, como ámbito de movimiento y producción de los procesos vitales.
Este Elemento aparece en textos que van desde los “Oráculos Caldeos”, el” Canto de los Cuatro Vientos” (texto de la Duodécima Dinastía que suponía un rito para robar vientos y que autores como Deening y Phillips mencionan en su “Sabiduría Mágica” y también en la ritualística), en el pensamiento órfico se pone de relieve su poder fecundante, hasta en la Biblia católica cuando el principio vital fue insuflado mediante el hálito divino o Ruah Elohim; en Mitología maya, nórdica, azteca y tantas otras; entre los fenicios correspondió al Aire diferenciar y ordenar el Cosmos; esta función se llevó a cabo según la Cosmología babilónica por la actuación del viento mensajero de Tiamat o principio masculino. También los vientos aparecen en la Odisea (el Odre de los Vientos que Eolo entrega a Ulises), en la Ilíada, en la Teogonía; y han sido muchos los autores de esoterismo clásico que le han dedicado varias de sus páginas.
Los “soplos” son empleados frecuentemente en el curanderismo o en la curación por la palabra son formas positivas de curación aérea; e incluso seguimos utilizando la expresión: te ha dado un aire como metáfora a algún “cortocircuito” mental.
Cuatro son los arcanos del Tarot vinculados a este Elemento: El Loco, los Amantes, la Justicia y la Estrella.
Una cosa por desgracia ya habitual en este contexto pero que aún me sorprende es ver a gente haciendo uso de algo que no sabe ni de dónde viene, intentando desvincularse de la tradición mágica como si al hacerlo se creyesen liberados y sinceramente, en mi modesta opinión la ignorancia, más si es parte de un intento de reafirmación de la seguridad, así elegida, se me hace un grado máximo de estupidez, no tanto de rebeldía. Quieren recetas más no comprender. Y yo siempre respondo: Para saltarse las reglas, hay que conocerlas.
Uno de los puntos de inflexión en Historia de la Magia es el auge del pensamiento griego, ya que hasta entonces el hombre era un siervo de los dioses, condenado a no poder escapar de a su destino que no era otro que servirlos. Con los griegos y su posteriormente denominada Magia Heroica esto cambia, ya que aparece la figura del héroe que es capaz de modelar su destino y convertirse en un dios. A modo de resumen, lo que propone la Magia Heroica es que el Mago es el propio héroe pasando por una serie de transformaciones y aprendiendo una serie de lecciones para conseguir sus objetivos.
Entonces por qué no va a usar el Mago todo lo que tiene a su disposición para favorecerse a la hora de conseguir sis objetivos? Así pues la Grecia Clásica me parece el punto de partida para tratar el tema de los vientos dentro de nuestra cultura occidental. De hecho sus nombres son griegos y posteriormente fueron tomados por los romanos, así como la Rosa de los Vientos en su antigua concepción esquematizada por el autor romano Plinio el Viejo, perviviendo hasta como los conocemos en nuestros días; si bien el afán del Hombre por adquirir el poder de manipular los elementos se remonta a nuestros primeros tiempos.
Más abajo les dejo tres cuadros por si estiman usarlos (amplíen la imagen para mejorar la calidad visual), más deben tener en cuenta que puede que sea necesario hacer cambios para utilizarlos, debido a donde vivan, por localización o clima; ya que si, por ejemplo están en el Hemisferio Norte han de tomar lo escrito del Viento del Sur para el Norte y viceversa (tal y como les conté sucedía con los Solsticios). También comentarles que disponen de aplicaciones en Google Play para medir los vientos. Si prefieren lo rústico pueden optar por una veleta o una manga de viento que pueden fabricar ustedes mismos.
Los fenómenos climáticos provocan una carga energética concentrada. Hoy en día sabemos que los vientos huracanados y continuados provocan alteraciones nerviosas por el aumento de iones negativos en la atmósfera.
Los vientos son por así decir Aire en la Tierra (Vayu en Prithivi si conocen el uso de Tattwas), su energía es proyectiva (si bien puede contener para llevar) y masculina.
Los Anemoi.
Así llamaban los griegos a los dioses del viento, que se correspondían con los puntos cardinales desde donde venían y que estaban relacionados con los fenómenos metereológicos y las distintas estaciones del año.Se representaban como personajes alados, ráfagas e incluso como caballos y su gobernante era Eolo (Aílos: veloz, ágil) Hipótada, rey de los vientos, amado de los dioses inmortales. Y tienen sus equivalentes en la mitología romana con el nombre de Venti.
Dentro del tipo de vientos existían los considerados positivos, los Anemoi buenos, vientos mayores hijos de Astreo y Eos y los considerados negativos o de destrucción, los Anemoi Thuelli, vientos menores hijos de Tifón. A estas deidades se les celebraban rituales y se les ofrendaban sacrificios, generalmente corderos blancos a los favorables y corderos negros a los destructivos en toda la península helénica, bien para propiciarlos o para lo contrario.
Lo que a nosotros nos interesa es aprovechar la carga energética que albergan los vientos en sí mismos para potenciar nuestros trabajos, ya que los vientos participan de lo que constituye un fundamento de un orden superior, en este caso del Elemento Aire más no son por si dicho Elemento. Para lo cual podemos usar el siguiente cuadro de correspondencias y cualidades:
CUADRO CORRESPONDENCIAS
*Alguna tradición sugiere también el uso de rojo/verde, yo opto para este viento por el amarillo.
Se contempla el uso de las fases lunares para alcanzar el efecto pleno pero no es indispensable tenerlas en cuenta, ya que es complicado se den ambas coincidencias, fase y viento juntos.
ANEMOI POSITIVOS
ANEMOI THUELLAI
Con respecto a estos últimos, los Thuellai, no recomiendo su uso ya que sus efectos son considerados bastantes volubles, así que dejo esa iniciativa a voluntad. De momento no me consta la existencia de correspondencia tradicionales, así que todo lo que tengo son hipótesis a este respecto. Estos vientos negativos eran invocados por los tempestarii romanos o brujos invocadores de tormentas de los que dicen ser descendientes los Nubleros de la zona de Castilla (España) que aparecen en el “Fuero Juzgo”, leyes por las que se regían los castellanos en la antigüedad y de los que si obtengo información veraz les hablaré en otra ocasión.
- "De Magia y Otras Cuantas Cosas".
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Obras consultadas:
Homero. “La Odisea”.
Hesíodo. “ Teogonía”.
“Los Oráculos Caldeos”.
Agrippa, Cornelio. “Filosofía Oculta”.
Cunningham, Scott. “El Poder de la Tierra”.
Denning, M.- Phillips, O. “Sabíduría Mágica”. Volumen 2.
Kraft, Norman R. “Magia Ogdoádica”.
Glez. Alcantud, José A.-Lisón Tolojan, Carmelo. “Aire: Mitos Ritos y realidades”.
Valquiria© 2016