Cuando
una elige un nombre, lo hace por algo. Elegí como por inspiración “Ardiendo en
Circe” para el grupo de Facebook en el cuál participo; pero nada es casual y me
delató el subconsciente; se me reveló por así decir. Quisiera contaros el por qué elegí a Circe
como arquetipo que rigiese el espacio donde intercambiar ciertos conocimientos
femeninos y aprovechar para contaros por encima algo de su historia.
Sirva
esto para que se asiente aquí y tome su cetro.
Sin
proponérmelo surgió el fuego como regenerador, ese fuego que en principio
quema, pero que a modo barbecho, prepara la tierra para volver a sembrar.
Porque al fin y al cabo, muchas mujeres estamos volviendo sobre nosotras
mismas; en un renacer con el afán de reconocimiento que merece la figura
femenina en la Historia del mundo. Se trata del auto-reconocimiento de nuestro
propio Poder femenino, que además requiere un proceso de limpieza, purificarnos
de prejuicios, temores, penas que como mujeres hemos vivido.
Y es
ahí dónde la Reina se levanta, nuestra reina interior se alza…
El
nombre de Circe tiene una etimología
algo confusa, se cree siendo griego de origen, pudiera derivar de Kirke, que
significa ave de presa (el tótem sabio que escudriña)y no halcón cómo dicen
pues en griego es Ierax; o también de Kirkoo, que significa “para lograr con
los anillos” o “aro alrededor”, de Kuklon, hacer círculos, de Kirkos que
significa torbellino (vean aquí su vinculación también a Vayú, tawtta del
elemento Aire, curiosiamente...). También en latín circus significa “círculo” y de
ahí derivaría “circinus” que significa compás. Pero la gramática de las lenguas
antiguas no es mí fuerte.
Por lo
que supone el arquetipo yo modestamente me decantó por aro, o anillo, pero ya
sabéis, para gustos los colores. Me decanto por éste significado por varias
razones, porque la diosa iba rodeada de los hombres transformados en animales,
apostados y mansos entorno a ella, por lo que supone un anillo, que participa
del círculo, los mándalas; y acaso, no es el círculo un elemento protector mágico,
que además contiene y aísla, y cuestiones varias…
Incluso,
el círculo puede estar vinculado al laberinto, que cómo tal alberga dos
funciones, permite o dificulta el acceso al Centro. Y nosotros estamos buscando
el Centro de nosotros mismos.
Dice el
autor Mircea Eliade, del cual recomiendo sus lecturas:
“Todo
ser humano, incluso inconscientemente, tiende hacia el Centro y hacia su propio
Centro, el cual le confiere realidad integral, sacralidad (…). Todo un conjunto
de mitos, de símbolos y de rituales concuerdan en subrayar la dificultad que
existe para penetrar en un Centro y, por otra parte, una serie de mitos y de
ritos establecen concurrentemente que este Centro es accesible (…) El itinerario
que conduce al Centro se halla plagado de obstáculos y, no obstante, cada
ciudad, cada templo, cada habitación, se halla en el Centro del Universo. Los
sufrimientos y las pruebas padecidas por Ulises son fabulosos y, sin embargo,
cualquier regreso al hogar ‘vale’ el de
Ulises a Ítaca”.
El
círculo es también una representación de la Luna, si habéis tenido algún
contacto con trabajo wicca, habréis visto el símbolo de la Diosa que se usa:
luna creciente a un lado, luna decreciente, luna esférica en el centro. Incluso
en la representación del Dios, la figura es una media luna horizontal que
descansa sobre una luna esférica.
En
mitología griega hay tres reinas magas: Hécate (identificada con Hécate y
también llamada Creta), Circe y Medea. Y las tres están vinculadas por
parentesco.
Pues
bien, a Circe le corresponde la Luna Nueva, una luna que nos lleva al mundo
subterráneo (del subconsciente) para emerger después.
Circe
como diosa, maga y reina, es mencionada en los textos griegos clásicos, especialmente
en la Odisea de Homero y la leyenda de Jasón y los Argonautas,en “La
metamorfosis”, “Heroidas” , Remedios contra el amor” y Bucólicas de Ovidio; también
en la Teogonía de Hesiodo; se han hecho poemas más contemporáneos como el poeta
Keats, en su “Endymion”; en “La Circe, con otras rimas y prosas” de Lope de
Vega; o en la narración hecha por Julio Cortázar en “Circe”. Podemos ver lo que
el arque tipo inspiró y cómo está relacionada con el arquetipo de “femme
fatale”.
Para su
presentación, voy a apoyarme en Homero.
Se nos
muestra así en el canto X que Circe vive en la isla de Eea:
“Y
llegamos a la isla de Eea (lamento), donde habita Circe, la de lindas trenzas,
la terrible diosa dotada de voz, hermana carnal del sagaz Eetes: ambos habían
nacido de Helios, el que lleva luz a los mortales y de Perses, la hija de
Océano”.
Cuentan
que podía hacer bajar las estrellas con su poder, manejaba conocimientos de
Alquimia de brujería, hechicería, farmacopea, Alquimia, tenía el poder sobre
los elementos, podía hacer descender la Luna sobre la tierra, variar el curso
de los ríos, andar sobre las aguas… Pero que nadie pasé por alto que nos encontramos ante una
diosa titánida, oceánica e inmortal.
Circe
creció ya con la inclinación a la plantas, a la elaboración de hechizos, pociones,
ungüentos, hasta que un buen día fue desposada con el rey de los sármatas, que
había quedado prendadora de tal hermosura. Una vez desposada, decidió
asesinarlo durante la celebración nupcial para liberarse del yugo y reinar ella
sola, cosa que el pueblo no consintió y huyó de la ciudad al este del país, asentándose
en Etruria (Península Itálica), en la isla de Eea.
Como
arquetipo es bastante complejo porque no tiene dogmas, es sabia y como mujer no
se avergüenza de sus atributos de mujer; nos permite aceptar el reto del viaje
interno asumiendo las elecciones propias y sus consecuencias, transformándonos
en mujeres poderosas.
Pone de relieve el poder femenino ante los
hombres, que caen cautivos al dejarse cegar por sus bajas pasiones, quitando el
velo racional tras el cual se esconde lo
instintivo.
Dice
Manuela Dunn-Mascetti, en su obra “Canción de Eva”:
“…El
temor del hombre a que ella le encante con su hechizo o magia y le convierta en
un cerdo, sacando a la luz sus instintos primarios e impulso sexual, que
disimula en el cortejo…”
Sus
atributos mágicos principales son: el Rabdos o palo de animales, que usaban los
pastores y agricultores de la antigüedad para aplicar disciplina en sus labores,
que que ella usa a modo de vara y cetro, pero también a modo de retribución y
de gobierno. Y en el cuál tendría su equivalente el Shebet judío, como el que
se menciona en la Biblía que usaba Aaron (Mt 10.10; igual que en Le.9.3 o
báculo en Heb 11.21; o cetro de un gobernante en Heb 1.8; de castigo en 1 Co.
4.21; o vara de medir en Ap.11.1.
Existe aún hoy un
arte de adivinación que se llama Rabdomancia, o Radiestesia en la que se
utiliza la vara para buscar agua como los zahoríes, piedras preciosas y metales
ocultos.
También
el caldero le corresponde y el Arcano II del Tarot.
Una cosa que quiero apuntar es que también Circe fue salvada en alguna ocasión por el Carro de Helios, que creo se puede relacionar con el Arcano del Carro que lleva implícito el movimiento.
Una cosa que quiero apuntar es que también Circe fue salvada en alguna ocasión por el Carro de Helios, que creo se puede relacionar con el Arcano del Carro que lleva implícito el movimiento.
Su
animal por asimilación es el halcón, si bien merece la pena indagar en su
relación simbólica con los cerdos, los lobos y los leones; cosa que no
analizaré aquí, por el momento, por la tarea enorme que supone.
La
diosa lleva el pelo trenzado que la representa como manipuladora de fuerzas y
tejedora de destinos, en cierta medida.
En la
Odisea hay varias cosas simbólicas que no debemos pasar por alto en el
fragmento del poema y que van desde que la tripulación pone el pie en la isla
de la deidad hasta que vuelve a embarcar para seguir su camino. Voy a intentar
mencionar lo que me ha resultado más llamativo, a modo de notas reflexivas,
dejándolo para abrir un camino a vuestra curiosidad por si tenéis ánimo de estudio al respecto:
-Lo
primero que hace Ulises al llegar a la isla de Circe, es matar a un ciervo,
animal de Artemisa.
-Aparición
de Hermes Argifonte, portador del
Caduceo y mensajero de los dioses, que le da lo da la planta -Molly y le
recomienda el uso de la espada. Alquimia. Qabalah, séphira de Hod?
-Aparición
de Ulises con la espada frente a la diosa, que ya estaba avisada por Hermes de
la llegada de éste. Madera de la vara contra el metal de la espada, madre
naturaleza femenina versus patriarcado. Relación con fragmento del mito narrado
en las leyendas artúricas dónde uno de los arquetipos femeninos da la espada al heroé. Ánima y Animus. Baño de limpieza y unción de Circe a
Ulises.
-Circe
le da el mapa de ruta, advirtiéndole de los peligros para encontrar el enlace
que es Tiresias y qué le dirá “el camino
que ha de seguir, cuál será su duración y cómo podrá volver a la patria”.(v.504
al569).
“-Oh,
Circe! Quién nos guiará en ese viaje, ya que ningún hombre ha llegado jamás al
Hades en negro navío?”( v. 501).
Y
concuyó mi aproximación al mito en la
pregunta que el mismo Ulises se hace al término del verso 569:
…” Y al
hacerlo logró pasar inadvertida muy fácilmente pues, quién podrá ver con sus
ojos a una deidad que va o viene si a ella no le place”?
El que
tenga oídos que oiga.
Bibliografía
y referencias de consulta:
“La
Odisea”, de Homero.
“Teogonía”,
de Hesíodo.
“ La
Metamorfosis”, “Heroidas”, “El Arte de amar”, “Bucólicas”, de Ovidio.
“Los
encantos de la culpa”. Autora Aurora Egido.
“La
prostituta sagrada: la cara del eterno femenino”, de Nancy Igual-Corbett.
“Hechiceras
y brujas en la literatura española de los Siglos de Oro”, de
La
“Biblia” cristiana, autores varios.
“Úlises,
el primer turista sexual”, artículo del País, de José Andrés Rojo.
Sagrado-femenino.bolgspot.com,
de Rosane Volpatto.
Sites.google.com/sites/etymologielatingrec/home/c/circe.
“La Circe, con otras rimas y prosas”, de Lope de Vega.
“Circe”, de Julio Cortázar.
“Arquetipos e inconsciente colectivo” de Carl Gustav Jung.
Imágenes sacadas de Google.
Valquiria© 2016
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