sábado, 26 de junio de 2010

Condensadores De Fluido




Los condensadores buscan retener un poder acumulado por largo tiempo, para influenciar cualquier objeto.

Hay tres tipos: 

líquidos (aceites, cocciones, tinturas, lacas, sangre, esperma, flujo), sólidos (metales, resinas) y aeriformes (fumigaciones, olores, vapores).

Dentro de esto hay  condensadores simples y compuestos.

Fluido condensador simple

Hervir 20 minutos Manzanilla o Camomila, una vez enfría se cuela. Hervir la decocción ya colada hasta cerca de 50 mililitros.
Enfriar y mezclar con igual volumen de alcohol.
Agregar 10 gotas de tintura de oro (se puede hacer, pero en la farmacia podéis encontrar los glóbulos homeopáticos ya preparados, no es sean excesivamente baratos, pero le daréis uso). 

Si es para un fin propio, agregar esperma, flujo, sangre o saliva. Volver a filtrar y guardar en un lugar frío y evitando que le de la luz. Se agita cada vez que requeramos usarlo.

La cocción de Camomila, sin alcohol (para evitar la irritación que supondría), se puede emplear, junto con Eufrasia officinalis, para trabajar la visión astral. Y sin la Eufrasia, para la clariaudiencia astral y la percepción.

Recordar no aplicar cocciones de hierbas irritantes en las mucosas del cuerpo, y evitar las plantas tóxicas por cuestiones evidentes.

Para los que manejan las analogías, baste decir que las decocciones de plantas pueden hacerse en función del uso, teniendo en cuenta las vibraciones y las regencias de los Elementos de cada planta.

Fluido condensador universal

Este tipo de fluidos  repercuten en el mental, astral y material, con el potenciamos la carga de elementarios, por ejemplo.

Los extractos de hierbas que se usan son:

Angélica o anís estrellado, salvia officinalis, piel de pepino, hojas de tabaco seco o verde (vale el tabaco común a efectos prácticos), flores de manzanilla o camomila, corteza o flores de canela, hojas de álamo, hojas o corteza de sauce mimbre, semillas de melón, hojas o flores de acacia, flores o raíces de lirio, hojas de ortiga, hojas de menta y hojas o flores de viola adorata.

Desde mi punto de vista, no es imprescindible el uso de todas para elaborar el fluído, pero suelo trabajar con las sustancias en número impar (1, 3,5,7,9… plantas).

Se elaboran de tres formas:

La primera como el fluido simple, una cocción de 20,30 minutos, se cuela se vuelve a hervir y se le agrega alcohol, Pero esta vez se deja que repose 28 días.

La segunda: se ponen las hierbas a partes iguales dentro de una botella (mejor de cristal siempre), se agrega alcohol hasta cubrirlas y se deja reposa 28 días en un lugar cálido. Luego se filtra y se añade la tintura de oro y la sangre, saliva esperma o flujo (si es para uso personal).

La tercera: hacer las decocciones de cada planta por separado y luego mezclar todo y agregar la tintura.

Fluido condensador sólido

Los antiguos alquimistas usaban el llamado “Magicum electrum", que contiene todos los metales planetarios y  se componía de: 30 gr. de palta, 30 de oro, 15 de cobre, 6 de estaño, 5 de plomo, 3 de hierro y 15 de mercurio.

Existe otra manera y su elaboración requiere el uso de 7 metales, que pueden bien limarse o pulverizarse: Plomo, estaño, hierro, oro, cobre, latón, plata, resina de aloe (de todos ellos 1 parte, por volumen); carbón vegetal y carbón mineral (3 partes).

Fuentes:

“Iniciación al Hermetismo",  de F. Bardon.


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