Reducir las runas a un mero oráculo o método de adivinación es demasiado simplificar ya que tienen mucho potencial, además de servirnos para asesorarnos en nuestros asuntos al consultarlas pueden usarse para meditación, ser empleadas a modo de mudras corporales, bien con las manos bien con el cuerpo completo para armonizar cuerpo-mente, también para rituales como los que les he ido mostrando con los arcanos del tarot o como en este caso a modo de amuleto. Cada runa es un símbolo cargado de su propio significado y cómo no, tienen su posición en el Árbol Qabalístico.
Lo que hoy nos atañe es la creación de un amuleto rúnico para conseguir empleo, siguiendo un pequeño y sencillo ritual. La runa que usaremos es Tyr o Teiwaz que representa la victoria y el éxito en una búsqueda.
Necesitaremos:
-Una vela larga que represente la finalidad, podemos elegirla bien color amarillo para representar el éxito material o en su defecto blanco.
-Una piedra pequeña, ligera para poder llevarla encima y con la superficie plana (un canto rodado plano de esos que se encuentran fácilmente en las playas o en las orillas del río).
-Un pincel finito
-Pintura al aceite (pintura al óleo como se la conoce popularmente, pueden adquirir un tubito pequeño en cualquier tienda de manualidades).Preferiblemente color rojo que moviliza a la acción.
-Cerilla o en su defecto encendedor.
El procedimiento es sencillo, empezamos haciendo un círculo mágico de protección tras lo cual encendemos la vela concentrados y decimos: “ Espíritu de la victoria mira (vela o cuida) por mí”. Tras esto cogemos la piedra entre ambas manos y nos visualizamos yendo hacía el trabajo y con los bolsillos, bolso o cartera llena de billetes.
Para darle aliento a la piedra, inspiramos aire y lo echamos sobre ella (no soplamos como silbando, sino que exhalamos desde dentro) imaginando que todo lo que has visualizado anteriormente se deposita sobre la piedra y decimos llenos de convicción: “Con mi aliento yo te cargo de poder”.
Lo único que queda es pintar la runa Tyr sobre la piedra y dejar que la pintura seque bien mientras la vela se consume. Cuando esto ocurra, debemos guardarla y llevarla con nosotros siempre; hasta que al alcanzar nuestro objetivo mágico la lancemos a un curso o masa de agua natural lo más próximo posible a nuestra residencia.
*Cosas a tener en cuenta:
El mejor día para realizar este amuleto es el miércoles, día de Mercurio que nos brinda su influjo otorgándonos locuacidad, ingenio y facilidad para comunicarnos y que está vinculado al dios con el mismo nombre, conocido por los antiguos como “el mensajero de los dioses” por ser mediador entre humanos y mortales.
De hecho si además de la vela amarilla queremos representar a una deidad, podemos hacerlo usando una con los colores que se le vinculan: marrón, gris o morado. O incluso poner una imagen en el altar que lo represente dependiendo del panteón que queramos usar (Mercurio, Hermes, Thot, Loki, Ganesha, etc…).
Y la fase lunar óptima, ya que se trata de acercarnos a nuestra finalidad es durante la luna creciente.
Podemos utilizar para nuestros rituales todas las runas, no sólo ésta, dependiendo de nuestros objetivos mágicos.
Fuente:
Notas propias.
